Chandrawati Ram, Nepal
Aumentar la conciencia de las comunidades sobre los riesgos para su salud, puede llevar a cambiar comportamientos
Cuando las contracciones de Ritudevi Ram comenzaron a hacerse más fuertes, su marido Pawan se preparó para llevarla al hospital. Pero, antes de que pudieran salir, Ritudevi dio a luz en casa, en el pueblo de Harinagara, en el Distrito de Sunsari, Nepal. Una mujer del barrio la ayudó. El parto fue fácil, pero Ritudevi no escuchó llanto ninguno. El bebé no respiraba. Ritudevi y Pawan estaban desolados; no sabían qué hacer y pensaban que su bebé iba a morir.
Afortunadamente para la pareja, Chandrawati Ram, una trabajadora comunitaria de salud, estaba disponible. Ella sabía que si el bebé no respiraba durante siete u ocho minutos se moría. No obstante, no se dejó llevar por el pánico y no perdió un minuto. Tomó un paño seco y calido y limpió la espalada del recién nacido que luego masajeó. Seguía sin respirar. A continuación le limpió cuidadosamente la mucosa de la boca. Todavía no respiraba y empleó una pera de succión para eliminar el moco de la nariz. Aún sin respuesta, el tiempo pasaba y las cosas se iban poniendo sombrías.
Quedándose ya sin opciones, Chandrawati tomó una mascara de reanimación y la bolsa de su equipo y lo puso sobre el rostro del bebé. Entonces, tal como ella había aprendido en los cursillos de formación, comenzó a bombear rápidamente llenando con aire los pulmones del bebé. En cuestión de segundos, oyeron el suave aliento del bebé, dentro-fuera, dentro-fuera. Había empezado respirar.
Chandrawati sonrió. Los Rams se llenaron de alegría. Con lágrimas en los ojos, la pareja agradeció a Chandrawati su ayuda con todo su corazón.
Esta es sólo una de las historias que, con 28 años de edad, Chandrawati puede contar. Proveniente de una familia Dalit o intocable, Chandrawati nunca tuvo la oportunidad de asistir a la escuela aunque, desde muy joven, quería ser trabajadora social. Durante los últimos seis años ha estado ayudando a su comunidad como una matrona cualificada y dice que servir a madres embarazadas y a sus recién nacidos la hace muy feliz.
Chandrawati está extremadamente feliz de que, gracias a su formación, es capaz de salvar las vidas de los recién nacidos. “Si Plan y la oficina de salud del distrito no me hubieran facilitado esta formación, yo nunca habría sido capaz de hacer un trabajo vital.”